martes, 16 de marzo de 2010

Conoces tus emociones?

Conocemos nuestras emociones?...¿que es una emocion primeramente?…la palabra emocion viene del latin MOTERE (moverse)…para ilustrarnos con mas detalle, es lo que nos mueve o nos detiene ante determinada persona o situacion..las emociones se activan con frecuencia por impresiones grabadas en el cerebro, no necesariamente validadas, que hicimos con anterioridad muy propias…tambien por diferentes estados fisiologicos que desencadenan pensamientos cognoscitivos determinados por nuestra propia experiencia o por programacion cultural….podemos afirmar que la emocion es un sentimiento ( sentimiento, sentir…es la codificacion o identificacion de un sentir o un pensar de algo como bueno o malo) producto de pensamientos caracteristicos que conducen a estados biológicos y psicologicos que nos mueven actuar. Accion, que en los niños es movida por el sentimiento de origen, pero en los adultos no necesariamente, por que creamos estados de bloqueo, producto de miedos inseguridades, prejuicios etc, que nos impiden liberar esas emociones adecuadamente…

Todos conocemos los famosos talleres de inteligencia emocional, que mundialmente invaden los carteles de universidades y centros de liderazgo…en donde garantizan a los participantes el conocimiento pleno de sus emociones abarcando sus origenes y finalizando en su canalizacion…

Pero el proceso de entender una emocion no es tan facil, debe partir del conocimiento del patron previo de pensamiento hacia esa situacion o condicion… y se le agrega el inconveniente que no tenemos formulas magicas para saberlas controlar, ni mucho menos canalizar!!!!….quisiera darles un ejemplo que se relaciona con la actualidad que viven las parejas…

El convencimiento ( esto abarca pleno conocimiento) de que tenemos una determinada emoción, nos debe llevar a decidir que hacer con la misma, por ejemplo, si realmente siento que estoy enamorada, eso sera suficiente para pasarla por el mismo filtro, que los demás estados de enamoramientos, que he vivido. Las experiencias vividas marcan un patrón de resultados que queda impreso en nuestras emociones y por tanto en nuestras acciones. La labilidad de esa emoción no solo depende de lo pasado, tiene mas influencia la recurrencia de las mismas situaciones de duda, sospecha o inquietud, que cuando la lógica y nuestro sentido común son diametralmente contradecidos.

El ser humano, después de haber vivido en desconfianza, tiene que marcar los límites de su propia seguridad para cuando algo altere su percepción, poder girar en torno a proteger ese sentimiento de otra nueva herida. Pero en la búsqueda de seguridad, muchas veces no somos capaces de alertar, que nuestra condición no es de afectar los sentimientos de los otros, si no más bien defender los ya invertidos.

Diferente a los animales, el hombre maneja un lenguaje verbal que se percibe en casi todas las esferas en que se desenvuelve, en sus palabras, en su tono de voz, en sus expresiones, agregado al lenguaje de gestos que observamos en la medida que se relaciona. Cabe agregar el ciberespacio, donde las observaciones que obtenemos de las personas están adornadas por la desconfianza que de antemano nos brinda el ordenador...no vemos las personas físicamente, no podemos tocarlas, no podemos comprobar sus gestos o sus facciones, no podemos fiarnos de sus acciones por que solo contamos con letras que nos brindan alegría, tristeza, paz o desconfianza.

El albergar sentimientos disimiles o confusiones emocionales debe desencadenar un estado de alerta significativa que solo con la empatia de la contraparte, se puede dispersar mediante la observación guiada de las constantes advertencias de duda con las respuestas del individuo. Este cotejo significativo, validara las futuras expectativas en donde la relación de ese sentimiento con el objeto de duda se acrecentara o se esfumara….asi debemos de manejar nuestras emociones…

Los prejuicios, tanto de las personas como de uno mismo, se entrelazan en un sistema de constante revisión de actitud, donde el tanteo de los valores expresados y la codificación de esos hechos tendrán como resultado el afinamiento o enlace de ese sentimiento con la realidad que evidenciamos. Pero no podemos olvidar que mediante la expresión de nuestros sentimientos es que podemos experimentar la verdadera libertad de expresión, la verdadera comunicación bilateral donde captamos la reacción del receptor de forma agradable o agresiva. La conciencia de una emoción involucra la conciencia de una posible causa que nos podría herir, pero que definitivamente tenemos que enfrentar.

Nuestros sentimientos debemos guardarlos en un espacio emocional de seguridad, después de filtrarlos y etiquetarlos correctamente, aunque no podamos satisfacer todas nuestras interrogantes, las dudas deben ser parte del proceso de aprendizaje en el cual tomamos fuerzas para enfrentar nuestra realidad, sea cual sea. Independiente de que los demás aporten al proceso o no, tenemos que enfrentar las posibles respuestas o reacciones para conciliar nuestro cerebro y desprender esas emociones negativas para dar como resultado una convivencia sana y el inicio de lazos significativos y duraderos.

Cada emocion es el resultado de nuestra propia creacion y codificacion..por tanto es nuestra responsabilidad sanearlas lo suficiente, para que nos den la libertad de saberlas conducir a la validacion ( osea, verificar el por que estan ahí con su verdadera causa de origen)…solo asi enfrentaremos cara a cara nuestro pasado, nuestro presente y garantizaremos un futuro emocional sano y fuerte para lidear con las que vendran del diario interactuar.

Nuestra emocionalidad no esta desligada de nuestra razón, pero principalmente esta vinculada con el coraje que cada persona tiene de enfrentarse con su mundo.

Extracto de mi libro:

DEFIENDE TUS EMOCIONES

Dra. Virginia Lopez

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